Procede de una única parcela (La Solana) en la que resiste una vieja plantación de Monastrell de pie franco plantada en 1941. Es un tinto mediterráneo, complejo, con una potencia muy controlada y una agradable combinación entre frescura balsámica y toques especiados. Una creación del equipo liderado por José María Vicente que es puro equilibrio.
Vista:Color picota oscuro con borde granate.
Nariz:Muy expresivo y con buena complejidad. Aromas de fruta roja y negra muy madura, casi mermelada, chocolate, especiados, café, recuerdos balsámicos y minerales.
Boca:Potencia controlada, sabroso, con la fruta madura predominando sobre las notas tostadas. Combinación de frescos balsámicos con agradables especiados. Taninos pulidos, final largo y gran persistencia.