El ciclo vegetativo del 2019 se caracterizó por las escasas lluvias y temperaturas por encima de lo esperado. La cosecha dio como resultado un año de calidad extraordinaria y sanidad óptima.
Variedades: Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Merlot.
Elaboración por su propio peso y sin bombeos.
Fermentación maloláctica en barrica.
Crianza de 18 meses en roble francés.
Vista: color granate muy cubierto.
Nariz: gran personalidad y extraordinaria riqueza de matices, destacando los aromas propios de los grandes vinos elaborados lentamente por una crianza respetuosa. Los primarios y los terciarios se entremezclan formando un conjunto armonioso de gran profundidad aromática.
Boca: carnoso, de gran cuerpo, pero excelente equilibrio, dando lugar a un vino de postgusto muy largo, persistente y de agradable recuerdo.